19 marzo, 2009

Pedagogía de la Liberación, Síndrome de Estocolmo y las TIC



Analizar critica y reflexivamente nuestro entorno, nos lleva a tomar conciencia de nuestra condición social, primer paso para accionar la transformación del mundo que nos rodea.

Según Paulo Freire en eso consistiría exactamente el rol de la Educación: La formación de esa conciencia crítica, y no el mero transferir de conocimientos. El primer rol permite que el individuo genere sus propias ideas y saberes y el segundo, obliga al individuo a replicar los que le fueron depositados. Actividad vs pasividad, liberación vs rendición.


Freire también sabía que esa educación bancaría/depositaria, que bloqueaba el acceso a la comprensión de nuestro contexto, además de pasividad e impotencia generaba también fatalismo en los individuos, llevándolos a negar su propia libertad. Aunque parezca una paradoja, recordémonos que el Síndrome de Estocolmo, llega a explicar como un rehén en situación de total indefensión, puede llegar a desarrollar vínculos afectivos a favor del captor como simpatía, agrado e identificación con su secuestrador.


Uno de los aportes más importantes de la TIC es el facilitar tanto el acceso a la información, como el diseminar de la misma. Al trabajar con las TIC en el aula, abrimos una ventana hacia la educación libertaria, a menos que, como rehenes de un sistema opresor, resistamos enfrentar la libertad.


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